Pues no, todavía no hemos terminado el capítulo constructivo-administrativo. Reencuentro.

 A consecuencia del certificado final de obra parcial ( Donde el escollo de mayor importancia era la no certificación  de la mampostería por supuesto incumplimiento del código técnico ) nuestro Ayto., tras la visita del técnico municipal, no nos puede conceder la cédula de habitabilidad a la vista de dicha certificación parcial.  Hasta la resolución de esta irregularidad reflejada en el fin de obra todo de nuevo en suspense. 

Un nuevo chasco, obstáculo, preocupación, sobre coste en el horizonte.....incertidumbre en definitiva por un conflicto entre contrata de mampostería ( Que asegura cumple con todo requerimiento técnico y nos ofrece todo soporte técnico a su alcance  ) y nuestro arquitecto y jefe de obra que opta por la salvaguarda preventiva ( Aquí no voy a entrar en valoraciones sobre el devenir de los hechos ) . En medio quedamos como auto promotores al albur de quienes hacen de su actividad laboral un espacio reducido y fortificado. 

Pero llegó la memoria de La Peña, el apoyo de lo cercano aun estando lejos en el tiempo. Aquí sí se demuestra con claridad la relatividad del espacio-tiempo. El tiempo se relativiza cuando parte de un momento vivido no dejado atrás, se estira sin límite y gira mil veces  hasta que parece perder su punto  de amarre al pasado pero no, no pierde su continuidad. Lo vivido cuenta.

 Toma las riendas del fin de obra un nuevo arquitecto, Ángel Arellano , Aga, hijo del Don Ángel el que fuera Director del carburo hasta el cierre de la fábrica empujada por el nuevo devenir de los tiempos. Bien conocido y apreciado por toda esta comunidad que conformamos La Peña y Yeste no dudó un momento en echarnos una mano en todo esto. 

Escribo esta entrada extra sólo para agradecer la cercanía y apoyo tanto de Aga como de Chapi -Barrabás-. Recibirlos en casa fue para nosotros una alegría y un rayo de sol ante esta nueva circunstancia.

Esperemos que todo quede ya subsanado en breve y podamos abrir el espacio.

Entretanto reiteramos las gracias por el buen "implaz" de estos Arellano y celebramos haber tenido la ocasión de habernos reencontrado allí donde tanto compartimos, en un tiempo tenue, apenas perceptible.


  


Comentarios