Tras un año de retraso sobre el plazo máximo contemplado en contrato (12/10/19) que al inicio de la obra parecía tan lejano como sobrada de previsión hoy , 02/10/20, hemos recibido el visado del certificado final de obra . Bien es cierto que la dicha no es completa pues se trata de una certificación parcial al no haberse certificado nada de la mampostería. Como promotor hubiera preferido una reseña sobre los supuestos incumplimientos o un porcentaje de esta partida , pero a estas alturas ya nada me sorprende ni tan siquiera me preocupa demasiado . Espero que ello no tenga una repercusión decisiva en la ayuda solicitada porque contamos con ella al menos para paliar parte de los sobre costes, algunos de ellos sin el menor atisbo de justificación.
Una obra tiene muchos flancos y variables, intereses comunes y cruzados de distintas índoles desde lo económico a lo personal. Se puede convertir en un torrente que arrastra las tierras más blandas,en un puzzle de circunstancias de difícil encaje.
Aprendiendo de mis errores y a modo de reflexión tendré la osadía de dar algún consejo, nunca infalible, para si como nosotros te ves en una rehabilitación sin la suficiente experiencia.
- Si tienes una idea inicial
elaborada, nacida de tu propia experiencia sea esta cual sea, no la abandones
con facilidad. Tu instinto tiene un valor, al menos será tuyo y eso ayuda en
los posteriores problemas. Con esto no digo que no te asesores, que no
escuches, que no busques más allá de tus horizontes, incluso que no cambies tus
criterios.. pero no dejes en manos de otros decisiones con costes personales
que al final tú sólo asumirás. Cuidado con encantadores de serpientes,
quinquilleros de brillantes frases de hojalata y vendedores de humo ( Aunque
ejerzan a tiempo parcial y/o incluso con
buenas intenciones ).
- No aceptes fórmulas mágicas ni visiones ideales, por lo que yo sé no se cumplirán ni de lejos. No es fácil elegir en un territorio “Alaska” como el nuestro, pero no firmes con quien te genere algún tipo de desconfianza por malicia, incapacidad sobre todo, o exceso de brillo. Reflexiona y espera antes de compromisos. Luego es una lotería pero al menos juega a un número “bonito” por cercano a tu entorno personal.
- Preocúpate de que la contrata tenga un capataz o encargado de obra. Esto es una persona que conozca el proyecto, te conozca a ti, conozca la obra, sepa coordinarla y, lo más importante, quiera hacer su trabajo en plazo y con la calidad exigible. Sin un profesional comprometido en la buena marcha de la obra todo serán tumbos . Finalmente todos se irán apuntando a la vista del circo ya montado porque es más cómodo y , además, pecamos de hablar demasiado y mal… la bola crece y el ambiente no favorece la cooperación entre gremios. La fórmula de Dirección de obra ejerciendo además de” jefe de obra”, con el sobre- coste derivado de esta doble función, a mí no me ha funcionado como pensaba . Creo que son dos funciones incompatibles en determinadas ocasiones. Si es obra nueva necesitarás un aparejador.-Una vez en harina, que las ganas de ver crecer el proyecto no te hagan cerrar los ojos a la realidad que al final, tarde y temprano, se acaba imponiendo. Las cosas no mejoran sólo porque tú lo desees ni confíes en ello, ni tan siquiera porque “engrases la máquina” a base de adelantos para mejorar los flujos de obra. Una vez en el proceso es difícil cambiar por el coste de tiempo, esfuerzo y dinero que esto implica pero hay que evaluar la situación y tomar decisiones que minimicen el impacto negativo. Hazlo cuanto antes.
-A lo anterior te ayudará muy
mucho no adelantar nunca dinero antes de certificaciones, ni por partidas por
concluir, ni por partidas con deficiencias de calidad, ni porque te digan que
la gente tiene que cobrar, ni porque te digan que están perdiendo dinero, ni
por chantajes emocionales varios , ni por incluso razones objetivas. Si lo
haces, como lo he hecho yo, correrás el riesgo de que por mil circunstancias (
En las que no entro porque no quiero personalizar ni analizar ) tendrás más
pagos que obra y sin ya mayor interés por ciertas contratas en terminarla en
condiciones. La contrata tendrá una
deuda contigo pero tendrás que terminar la obra por horas con terceros. Sin
dinero y sin obra mal asunto. Te quedarán flecos de litigios si te decides a
ello o asumir pérdidas que no mereces , todo ello doloroso y empañando la luz del
final de tu proyecto.
Al final, mal que bien, antes o
después todo terminará. Quédate con el esfuerzo
de todos los intervinientes en la obra, con tu propio esfuerzo que todavía tendrás que mantener firme ante los remates
que parecen no tener fin, con todos los
buenos momentos, con las experiencias, vivencias, aprendizajes en noches de vueltas
a la cabeza…quédate con el crecimiento personal y el orgullo de haber
contribuido a levantar un espacio sentenciado al olvido.
No te permitas pensar en todo
esto como un error ( Sería tan “razonable” como injusto ) y olvídate de la parte económica, ya
inservible. Has generado trabajo, activado un territorio perteneciente a un
país que amas y creado un espacio para
el futuro. Balance positivo, siempre positivo en esta escala de valores
incomprensible para unos, mística o plausible para otros.
Por último agradecer a todas las
personas que han confluido en este trabajo, desde su participación
profesional, o su papel administrativo,
o su cariño familiar o de amistad. También agradecer a los que también están
aunque de otro modo, y que verán desde
el cielo y con alegría esta casa de nuevo en pie. En especial a mi padre, en la casa donde bailaban de jóvenes pueden volver a bailar sus
hijos y nietos. También a todos los de Casa Ferrero y a mis más cercanos, el
equipo A , Idoia, Marina y Uruel quien
cogió las riendas de la obra en los últimos meses dejando atrás su vida
anterior.
Aquí dejamos este blog como testimonio de un proceso de rehabilitación y una experiencia más de vida, ahora la historia sigue , se re-inicia de algún modo bajo los nuevos parámetros de este ruralismo que como otros “ismos” aspira a cambios, encuentros y armonías.


Comentarios
Publicar un comentario